CEDESHU S.A.C.
Es la empresa especializada en la aplicación del programa "Formando Seres Humanos Plenos". Tiene como Misión modelar y reforzar patrones cognitivo-conductuales orientados hacia la formación de Seres Humanos capaces de ser el motor del desarrollo de su vida, familia y comunidad, en autenticidad, coherencia ética personal y socialmente responsables.
Una de sus estrategias fundamentales para lograr su misión lo constituye el Programa “Formando Seres Humanos Plenos”, diseñado para ser difundido de manera universal a todo tipo de organización, institución o grupo organizado, sin distinción alguna y con pleno uso y respeto de los derechos fundamentales y principios declarados tanto en “La Declaración Universal de los Derechos Humanos” como en “La Carta de la Tierra".
Los programas que ofrecemos permiten el cambio de actitud positivo de la persona el mismo que estimula la liberación del 100% de su potencial humano, expresado a través de la formación de criterio, creatividad, innovación, valores positivos y mejora continua, fortaleciendo su autoestima y disposición hacia el esfuerzo responsable, incrementando así su rendimiento en un plano integral, orientándolo hacia el cumplimiento de sus metas, forjando lazos de confianza en sí mismos que le permitan interrelacionarse con su entorno de forma óptima en sus diferentes aspectos personales.
Propuesta Formativa
¿Porqué invertir tiempo y dinero en nuestra propuesta formativa?
Los programas que ofrece CEDESHU S.A.C. permiten el incremento de la productividad de la persona, la formación de criterio, innovación, creatividad, calidad del trabajo y mejora continua, es decir, estimulan la liberación del 100% del potencial humano, a través de la generación de confianza y fidelización de la alta gerencia, mandos medios, personal administrativo y operativo, respecto de los objetivos organizacionales.
Si nos preguntamos, ¿qué es lo más importante en la institución, empresa, familia y sociedad?, sin lugar a duda sabemos que lo constituye la persona como Ser Humano.
Ahora bien, si la persona constituye lo más importante y nos preguntamos, ¿qué necesitamos para crecer, desarrollarnos y ser felices?, definitivamente nuestra respuesta está orientada hacia una educación y/o formación que busque motivarla hacia un cambio positivo permanente. Sin embargo, para lograr motivar permanentemente a la persona es indispensable partir de la raíz, es decir, del Sentido de Vida y de las cuestiones cotidianas predominantes como lo es la formación de nuestros niños a través de sus modelos por ejemplo.
Toda persona ya sea empresario, gerente, jefe, administrativo y operario trabaja por su bienestar, el mismo que comprende su futuro, el de sus hijos y familia, por lo que la forma como abordamos la formación y/o educación de nuestros hijos constituye un imperativo fundamental como elemento indispensable que determina nuestra felicidad, predisposición y actitud con la cual damos frente el día a día en nuestras empresas y centros laborales.
Por tanto, nuestra propuesta busca estimular la “CHISPA VITAL” de la persona que permita un cambio de actitud frente a la vida, que empieza primero por un cambio hacia sí mismo, luego hacia su entorno social inmediato, y finalmente hacia el entorno subyacente, el cual envuelve a la humanidad en su conjunto
Las instituciones, organizaciones y líderes tienen el “deber social” de incorporar éste “Rol Activo-Formativo”, no técnico, sino humano, como un factor estratégico para el logro de los objetivos institucionales y organizacionales.
El Rol Activo-Formativo
Al menos la tercera parte de nuestra vida transcurre en centros laborales, por ello las instituciones, empresas y los líderes tienen el “deber social” de incorporar un componente “Activo-Formativo” como un rol clave para el logro de los objetivos institucionales y empresariales.
Asimismo, es muy común escuchar hoy en día que el principal recurso de toda empresa lo constituye el personal, por tanto, es estratégico orientar esfuerzos decididos que incrementen las habilidades del mismo y más aún su disposición para desempeñar eficiente y eficazmente sus funciones, es decir, que el personal sienta que la organización los considere parte de ellos y se preocupa por su persona.
Sin embargo, debe entenderse que el “rol activo-formativo” al que se hace referencia aquí está asociado a cuestiones mucho más cotidianas, del día a día, fuera del ambiente laboral, como lo es el conocimiento de quiénes somos y la formación de los niños por ejemplo, y no hace referencia al entrenamiento técnico específico de la función que desempeña en el centro de trabajo.
Definitivamente, los problemas personales arrastran consecuencias negativas motivacionales o de mal estado de ánimo hacia el centro laboral, mermando la productividad de la persona, y lo mismo ocurre hacia el hogar si se tuvo una jornada laboral con problemas; es un círculo vicioso que debe ser atendido y constituye una mala práctica engañarse al asumir que “los problemas del trabajo se quedan en el trabajo, y los problemas personales se quedan en casa”.
Tanto las instituciones, empresas como El Estado son responsables socialmente y por ende constituye un “deber” incorporar éste “rol activo-formativo” respecto de aquellas cuestiones cotidianas para las cuáles nadie nació sabiendo y que los bajos salarios y elevada carga familiar no permite el acceso para el común de las familias a mejores niveles educativos.