Así es, el dinero no existe y nos refierimos no a su forma en moneda, papel o tarjeta, sino a su concepto, como medio de intercambio y depósito de valor.
Al no existir la propiedad, sino el uso comunitario de los recursos, bienes y servicios, el dinero pierde su valor y sentido. La vida y supervivencia de la persona se encuentra asegurada, y su disfrute por encima de un nivel básico de calidad de vida está en función de la disponibilidad de recursos que alberga el territorio al cual tiene acceso la humanidad, así como a la capacidad de organización para atender oportuna y adecuadamente a cada persona en el mundo.
