Un Mundo con Libertad de Credo

La libertad de credo implica que cada persona tiene el derecho a elegir libremente el credo o religión que profesa, debe existir respeto entre personas que profesan diferente credo, respeto entre las religiones y los dogmas sobre los cuales se sustentan.

Las relaciones humanas entre personas que profesan diferentes credos deben basarse en lo que los une, como lo es el amor al prójimo, el respeto a la vida y los cinco nuevos paradigmas propuestos.

Es responsabilidad de la persona y de la humanidad hacer de los dogmas que no son de origen divino y aquellos sobre los cuales la comprensión humana puede discernir, paradigmas que nos unan y acerquen al Mundo Feliz que anhelamos y merecemos, no que nos separen.

A Dios (o como con mucho respecto cada credo le haga referencia) le corresponde determinar el momento y la forma en que hará de conocimiento de la humanidad los dogmas de origen Divino y su Verdad, mientras tanto, los dogmas existentes deben ser respetados.

Una vez que las necesidades básicas de las personas estén cubiertas, estaremos más propensos a hacer a un lado los conflictos religiosos y dar el paso hacia el respeto de los dogmas y por ende vivir en paz, sin que el credo o la religión establezca fronteras invisibles.