No es una Utopía: es el Gran Sueño
Tanto nos hemos acostumbrado a convivir con los cinco viejos paradigmas que hemos casi enterrado por completo la esperanza de un mundo mejor, de tal forma que cuando escuchamos que alguien dice que es posible vivir en un mundo diferente al actual, en donde no hayan envidias, guerras, muertes, tantos problemas y tanta autodestrucción entre los propios seres humanos, nos cae como por sorpresa y fácilmente tendemos a decir, como en piloto automático, que es una utopía, que es imposible.
¿Cómo te sientes cuando dices que es utópico soñar con un mundo mejor, en paz y unido?, ¿no sientes una pena profunda, nostalgia y añoranza como si fuese un llanto reprimido que clama justicia y auxilio desesperado?, o mejor dicho ¿no sientes como si te estuviesen arrancando del corazón un profundo deseo, tu más grande anhelo?
Muchas veces este sentimiento de profunda tristeza va acompañado de un deseo desesperado de morir y salir de este tormentoso mundo con la esperanza de encontrar algo mejor fuera de esta vida y de este planeta. Aquí es donde debemos intervenir y hacer sentir con contundencia, claridad y seriedad:
- Inconscientemente al considerarlo como una utopía nos cruzamos de brazos y abandonamos este profundo anhelo que sentimos en lo más íntimo que legítimamente tiene máxima importancia impostergable para toda persona y para toda la Humanidad.
- Cometemos un grave error al llamar utopía a un anhelo legítimo, y peor aún cuando se trata del mayor anhelo de toda persona, el más importante y trascendente.
- Cometemos un grave error al llamar utopía a un anhelo que depende únicamente de nosotros alcanzarlo.
- Digámoslo claro, utópico es creer que algún día el gato ladre o que los chanchos vuelen, mas no es utópico todo aquello que dependa de nuestro entendimiento, de nuestra comprensión, de las decisiones que podamos tomar los seres humanos.
Todo aquello que esté al alcance de nuestras manos es auténtica y legítimamente posible, más aún cuando se trata de La Felicidad y El Mundo Feliz, gran anhelo que toda persona busca, aquello que todos sentimos merecer y que falsamente hemos creído que se encuentra fuera de este mundo.
De ahora en adelante exhortamos a que desencarnemos este sentimiento profundamente arraigado y dejemos de ver a “El Mundo Feliz” como algo utópico e imposible, por el contrario y con profundo amor y con una firme decisión veámoslo como La Gran Meta de La Humanidad, objetivo trascendente que juntos, la generación actual de Ciudadanos del Planeta Tierra, hemos asumido este reto irresponsablemente postergado e históricamente tan aclamado y demandado.
