El Paradigma de la Religión o Credo
El paradigma de la religión o Credo
Hablar de religión es hablar del origen de nosotros y de toda la creación, es analizar la relación que existe entre el ser humano y Dios, por tanto, un origen Divino y fuente de la Verdad Absoluta, verdad que norma las relaciones humanas y establece un código de comportamiento para la convivencia humana y solución de conflictos, así como el camino para alcanzar el paraíso y el descanso eterno al lado de Dios.
El paradigma de la religión se constituye como una ley de Fuente Divina, que norma el comportamiento de las personas y su desarrollo, sin embargo, la situación problemática es que en el mundo existe más de una religión, y cada una asevera tener origen divino y ser portadora de la Verdad, verdades que en muchos casos muestran situaciones opuestas o se niegan las verdades de unas y otras.
Los dogmas religiosos establecen fronteras entre las personas, y por tanto condicionan sus relaciones de convivencia y proceso de intercambio para satisfacer sus necesidades. Cada religión se constituye como una especie de territorio invisible, y por tanto establecen ciertas normas que respetar y cumplir para acceder a un proceso de intercambio entre personas de diferente o igual religión. Sus dogmas y credos deben ser respetados, y en otros casos aceptados.
Es así como, el paradigma de la religión, muchas veces lleva a situaciones de conflictos, incluso la muerte, cuando sus dogmas y credos no son respetados, constituyéndose estos en estructuras rígidas rectoras de nuestra vida, civilización y futuro, como si cobraran vida, es decir, viejos paradigmas arraigados que gobiernan nuestro mundo, hasta el punto de cegarnos, tal cual se describió en el paradigma del territorio.
Asimismo, al asociar la religión con el ego de la persona, es muy fácil desbordarse hacia formas de desigualdad, inequidad e indiferencia, cuando los dogmas y credos son atacados o incluso hasta no compartidos, lo cual contribuye a la profundización de los mayores problemas de nuestro mundo.
¿Cómo podríamos establecer qué parte de cada religión constituye la verdad, o en todo caso cuál de todas las religiones es la única y verdadera?.
Es un poco complejo encontrar una respuesta a lo planteado, ni que pensar respecto del tiempo y de los acontecimientos que debiesen darse, para que los seres humanos por su propia cuenta den respuesta, pues, sentimos que el mismo Dios es quien debe llegar a la Tierra y hacer de conocimiento del hombre la Verdad de nuestra historia y de todo lo profesado por cada religión en nuestro mundo.
